martes, 13 de mayo de 2014

VISITA A MEDIA NOCHE

VISITA A MEDIA NOCHE


            A media noche, escuché un ruido extraño, nada familiar, en la zona del garaje. Mi marido estaba trabajando, con lo cual, las posibilidades se reducían. Dispuesta a saber quien osaba interrumpir mi sueño, pasé por la cocina, cogí dos cuchillos de punta fina y una pequeña linterna, y me dirigí a la planta baja, con pasos cautelosos. En principio, todo estaba en su lugar. Decidida, abrí la puerta y para mi sorpresa, unos ojos convexos me miraban fijamente, preguntándose cuál sería mi siguiente paso. ¿Cómo era posible, qué después de enterrado, siguiera atormentándome con sus fastidiosas y repugnantes visitas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario